La iglesia del Señor en Picassent no para, por lo que este domingo como en cada encuentro, abrieron el culto los cánticos de adoración y alabanza. Luego hemos pasado a la palabra de Dios en Mateo 6:5-9 en la que basó su predicación el Pr. Elber para extraer los siguientes puntos:
1- La adoración no es un lugar: El Señor señaló que el padre ve en lo secreto, esto es en lo profundo, en el interior de nuestro corazón, sin importar cuál sea la localización, ya sea una habitación, un monte, un jardín o en cualquier otro lugar. Lo importante es un lugar de intimidad
2- La oración no son las palabras: No necesitamos palabras rimbombantes ni selectas, no exige Dios palabras perfectas ni exactas, si no sinceras y directas.
3- La oración es una relación entre padre e hijo «Padre nuestro…» marca y establece cercanía. El original registra la palabra ABBA (papá /papito) como modo de dirigirnos a Él, como lo haría un niño con su su padre
Max Lucado escribió «Si el resultado de la oración depende de mis palabras, estoy perdido. Pero si depende de quien oye la oración, el resultado es muy diferente»
La Biblia nos recuerda que si nuestros padres terrenales nos fallasen, Dios nunca nos fallaría ni nos abandonaría. Salmo 27:10. Dios es nuestro Abba.