14 de julio un domingo en que hemos recordado la historia de Gedeón y de Israel en el tiempo que hacía lo que «mejor le parecía». Dios lo escoge y le dice; Ve con esta tu fuerza (Jueces 6:14-16) le enfatiza una y otra vez que estaría con él. No convencido Gedeón le pide una prueba. (Jueces 6:36-38) Luego le pide otra prueba más, pero a la inversa (Jueces 6:39-40) esta vez quiso que todo esté mojado al rededor y el bellón en medio, seco.
El texto en 7:2-7 nos relata que de todo el ejercito de Israel, Dios escoge una mínima parte (300) para luchar contra el enemigo. De esta manera quedaría plausible que la victoria provenía de Dios y no de sus espadas (7:9-14)
El Señor libró la batalla por ellos sin ninguna baja para el ejército de Gedeón, a pesar de las dudas iniciales que él tuvo. Por ello nosotros nunca retrocedamos ante el llamado de Dios, sigamos hacia adelante porque Él peleará por nosotros la batalla, por tanto; ¡La victoria es segura!