Domingo de Santa Cena y del tema «Creyentes y Discípulos» que compartió el Pr. Fernando, haciendo énfasis en que solo creer no tiene ningún mérito, ya que hasta el diablo cree pero eso no le sirve de nada pues sigue y seguirá condenado por la eternidad. Nuestra meta es creer y demostrarlo a través de las obras de nuestra fe, de las evidencias del cambio como consecuencia del nuevo nacimiento y del poder dinámico y transformador del Espíritu Santo. El discípulo depende enteramente de Dios y de nadie más y por eso es ejecutor de SU voluntad y es un reflejo vivo del amor eterno, ese amor que nos compró por precio pagado en la cruz. Versículos vistos; Santiago 2:14, Romanos 1: 16-17, Génesis 1:27-28, Salmo 24:1, Hechos 17:6, Hechos 6:1, Filipenses 2:6-8, Juan 1:12. Conclusión, quien cree solo en forma intelectual, no llega a nada, pero el que cree con fe dinámica, se convierte en hijo de Dios y en reflejo suyo.