01/08/2021 – Primer domingo de agosto en que la participación de la iglesia en la Santa Cena ha sido parte de la adoración a nuestro al Señor. El mensaje, en esta ocasión, traído por el Pr. Fernando inició con la pregunta: ¿Dónde está nuestra visión del crecimiento de la iglesia? Tendemos a medir el éxito de una iglesia por la cantidad de miembros, pero analizando a la luz de la Biblia, según fue la iglesia primitiva que inició con el propio Señor Jesús, aunque miles lo seguían solo 120 fueron los verdaderos discípulos que recibieron el avivamiento en el aposento alto, los que renunciaron a todo.
Para darlo todo debemos amar a Dios y lo medimos según 1Juan 4:20 que nos dice que se mide por el amor a nuestros hermanos.
Muchos le abandonaron cuando sopesaron lo que costaba seguirlo como vemos en Juan 6:67, pero fue Pedro quien le preguntó ¿Señor, a quién iremos?
Y nosotros ¿somos discípulos o solo seguidores? Porque no hay conversión a medias, o somos discípulos o no, sin medias tintas. Somos llamados a ser imitadores de Jesús. Es importante la calidad porque debemos ser la imagen del maestro pero la cantidad también, porque Jesucristo murió por todos. Lo que debemos buscar es la cantidad en la calidad.
Lucas 14:25 define a la perfección a lo que se enfrenta quien quiera ser discípulo: Renunciar a todo, no solo lo fácil si no también lo difícil de dejar, nuestras vidas, casas, tiempo, bienes, habilidades… En fin todo.
Jesús no ocultaba a quienes querían seguirlo lo que costaba ser discípulo. Lucas 9:57 – 62 transcribe sus palabras, podrían ser duras y hasta chocantes pero el verdadero discípulo halla en esto mismo el descanso para su alma: Mateo 11:28