Domingo 7/11/2021. La adoración discurrió serena, regando de paz nuestras almas que con profunda gratitud y a una voz, nos hizo emitir cada nota, cada palabra de las canciones entonadas. Antes de la predicación con ese mismo espíritu, hemos participado de la Santa Cena.
Mateo 7:13-14 fue el pasaje que leyó Virgil dando inicio al mensaje que giró en torno al camino largo, estrecho y nada fácil al que estamos llamados a recorrer. El camino está contorneado de limitaciones.
Tenemos marcada una meta descrita en (Filipenses 3:12-14)
El Señor Jesús nos enseñó durante su ministerio con palabra y ejemplo la manera de llegar a esa meta. No fueron sus enseñanzas como las de los fariseos, solo de palabra y externamente sino con el cumplimiento del espíritu de la ley, enseñándonos que aunque no se materialice el mal, con solo pensarlo ya incurrimos en pecado.
¿Pero cuál es la solución si todo somos tan falibles? La solución no es otra que seguir en el camino, arrepintiéndonos si nos desviamos, tropezamos o caemos. Perdón tenemos si en arrepentimiento nos acercamos al Señor.
Nosotros debemos hacer nuestra parte, sabiendo que nuestro Dios no faltará jamás en poner la suya para sostenernos y guardarnos hasta llegar al final de ese camino🙌